Tanto tiempo ocultándome que al final todo tiene un límite. Y sigo ocultándome, pero con ganas de descubrir. De descubrirme a mí, de descubrir mundo, conocer chicas con las que pueda conectar, con ganas de tener un radar gay que me permita determinar qué chica de la calle es lesbiana o no (radar que solo funciona si la chica es muy masculina y evidente, y aún así...), de saber exactamente qué chicas son lesbianas o no y ¡a cuáles puedo llegar a interesar!
Esto ahora me lleva a replantearme muchas cosas aunque no haga nada. A perder tiempo porque no puedo concentrarme, a tener ganas de centrarme en este blog porque es el único que me conecta con mi lesbianismo, con mi propio ser. A parte de los problemas que ello me podría traer (no me quiero imaginar el jaleo en casa pese a que ya lo saben -en casa-), tengo una mezcla entre miedo y no sé... tampoco quiero ser el centro de atención de nadie. Y tampoco quiero ponerme una de esas cosas que me puedan identificar como lesbiana, pese a que eso sí podría ayudarme ¿o no? Igual me traería más problemas que alegrías. ¿Qué elegiría para identificarme como lesbiana para que solo una lesbiana me reconociera? ¡Quién sabe!
Así que solo busco la forma de quitarme esa ansiedad de mí, esa incertidumbre, inquietud, eso que me come por dentro. No sé cómo... no sé tampoco qué me falta. Tengo amistades en la distancia, pero ninguna en mi zona. Esto nunca me había supuesto ningún problema, pero a día de hoy no sé... También sé que quizá las personas con las que más encajaría no tendrían por qué ser necesariamente lesbianas pero... estoy muy confusa que todo. Es mejor que me aclare antes que dar un paso adelante porque si encuentro a alguien que merezca la pena (quizá lo hice y la fastidié) prefiero que sea más tarde. Cuando lo tenga todo claro.
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